jueves, 15 de diciembre de 2011

LOLA SE LLAMÓ DOLORES...



El rock nacional debe mucho a los Suaves, de eso no hay duda, de la misma manera que, según su lider Yosi, las historias tristes hacen del rock and roll algo especial. No creo que el rock tenga que ser algo triste o desdichado, pero si creo que está más cercano a perdedores, marginados o deseredados. Como uno de esos grandes trovadores de lo melancólico, la muerte, el desamor y el desencanto están aquí los Suaves. Sí, pues eso, porque la vida no es jauja ni mucho menos según el prisma de los gallegos, alguien debe recordarte que las penas con rock son menos penas y el grito los deseredados es más profundo y debe latir con fuerza, porque un corazón herido, no deja de latir si uno no quiere y el rock and roll es el más aguerrido, fuerte y constante de todos los latidos.

Poco iban a pensar los hermanos Domínguez, cuando crearon el grupo en su Orense natal, allá por finales de los setenta, que, 29 años, 9 meses y un día después iban a registrar un concierto aniversario tras una carrera plagada de clásicos propios, innumerables conciertos, carreteras y reconocimiento generalizado. Atrás quedó la carrera de policía nacional de Yosi, dejando de dar palos al personal para contar los palos propios que la vida es capaz de dar.

Su primera gran oportunidad y bien aprovechada, fue cuando telonearon a los Ramones en La Coruña en 1981, la primera vez que estos tomaron tierras gallegas. Esto le dió la oportunidad de fichar para la independiente gallega Edigal, con los que registraron, Esta vida me va a matar y Frankestein. A partir del logo ramoniano, crearon su sello de identidad propia, el Gato de los Suaves, presente habitualmente en cualquier lugar donde se respira rock.

Un punto de inflexión en la banda fue cuando entro en la formación Alberto Cereijo, quien aportó más agresividad a las guitarras, justo en el cambio de la década. Tras la gira que acompañó a la promoción de su disco de platino, "Santa Compaña", repleto de conciertos multitudinarios, se registró el concierto que da pie a este post ¿hay alguien ahí?. He de decir que cuando los ví en Mérida en esta gira, me parecieron apoteósicos, a la par que mis últimos visionados de la banda me parecen más que decepcionantes. Me quedo con la energía que me trasmitieron en esos momentos buenos.

El directo se registra con un sonido de gran calidad. En Santoña (Cantabria). Suena el comienzo, la sintonía "Les Preludes" de Frank Litz, Yosi prepara al público preguntando ¿Hay alguien ahí? todo el mundo ruge y de repente,  empiezan los clásicos, para empezar nada más y nada menos que "no puedo dejar el rock", una de mis favoritas de esta gente. Un total de 29 canciones registradas en la que no todos los temas son tristes. También encontramos alegres composiciones como Dame rock and roll, chaquetas de cuero, maneras de vivir (leño),johnny be good (chuck berry),peligrosa maría...

Me complace descubrir que el directo registrado como 29 años, 9 meses y un día, tiene la fuerza que ofrecía los suaves en sus mejores tiempos, pero para mi los tiempos de Los Suaves se registraron en el concierto que te reseño aquí abajo.

Te gusten más o menos, de lo que estoy es que si eres lector de este blog, estará de acuerdo con lo que ellos dicen : "puedes atrapar el viento, llevar a casa el mar, evitar que pase el tiempo, pero NO PUEDES DEJAR EL ROCK..."

http://suaves.eldelweb.com/

LOS SUAVES- ¿HAY ALGUIEN AHÍ?-1995


No puedo dejar el rock, toda una declaración de principios:




Para todas las balas perdidas:



Una canción de los suaves dedicada a una ciudad no podría llamarse de otra manera:



El afilador al rock nacional, como A Santa Campaña al devenir del pueblo gallego:




Mi casa es el rock and roll:


2 comentarios:

  1. rubenalmeidar@gmail.com21 de diciembre de 2011, 9:42

    Qué passa Rulo, espléndida exposición!!

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  2. gracias rubén, gracias por visitar el blog. mi casa es tu casa y parafraseando a suaves: mi casa es el rock and roll...

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